Actualmente hay más de 8.000 americanos residen en Dinamarca. Con esta cifra, es lógico que la campaña electoral se trasladara fuera del continente. Y lo hace con unos métodos cada vez más extravagantes: uno de los casos más llamativos que hemos podido ver ha sido un autobús con la cara del candidato a la presidencia que circula por Copenhague. ¿Te imaginas viajar en un autocar así?
La idea de ir montado en un bus que lleve dibujada una cara gigante de Donald Trump es, como poco, algo desconcertante. Así se han sentido miles de personas que lo han podido ver circulando por las calles y que lo han compartido a través de las redes sociales; pero no se trata solo de una broma, sino que las razones de su existencia están bien claras: animar a todos los americanos instalados en esta ciudad a votar en las elecciones. Tal y como reza el texto que acompaña a la cara: “Americanos en el extranjero, votad”.
El autobus con la cara de Donald Trump se ha convertido en un fenómeno en las redes sociales.
La peculiaridad de este autobús no es solo que esté dibujada una enorme cara de Donald Trump en él, sino que las ruedas del propio vehículo hacen la función de ojos. Por lo tanto, a medida que el autobús va circulando, sus ojos se van moviendo, lo que provoca que tengamos la sensación de que Trump está moviendo los ojos de un lado para otro, sin parar de mirarnos.
Se trata de una iniciativa muy original e innovadora que no sólo sirve para incentivar esa participación en las urnas de los miles de personas a las que se dirige la campaña, sino también para transmitir a los propios habitantes de Dinamarca la imagen pública del magnate. Esta propuesta, aunque resulte sorprendente, no viene de Estados Unidos, ya que ha sido llevada a cabo por un grupo político de izquierdas danés, cuyo líder insiste en la importancia que tiene la participación, pues los resultados, según afirma, afectarán no solo a EEUU, sino también a la propia Dinamarca.
No deja de ser una muestra más de lo que nos gusta llamar “la cultura del autobús”, ya que se trata de un elemento que está presente en nuestro día a día. ¡Viajar en un autocar como éste debe ser de lo más divertido! Sobre todo, porque seguro que acapara las miradas de los transeúntes, que observan cómo los ojos de Trump se mueven de un lado para otro, sin quitarles ojo. ¿Veremos próximamente algún bus como este con las caras de nuestros políticos?
