Viajar en autocar es parte de la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo. Y las paradas del autobús, parte del mobiliario urbano de cualquier ciudad. Esta maravillosa iniciativa pretende reinventar su significado: 8 arquitectos de todo el mundo han tomado parte en una iniciativa para crear las paradas de autobús más únicas y modernas del mundo.
Estas han sido situadas en Krumbach, un pequeño pueblo de Austria, con un precioso paraje que ya hace que viajar en autocar sea un placer. Ahora, también esperar el bus se convierte en una experiencia única.
Esta pequeña ciudad de 1000 habitantes pretende así darse a conocer y atraer un poco de atención internacional y turismo. De momento, los arquitectos involucrados en la operación, no han cobrado por realizar la instalación, sino que han podido pasar unos días en tan entrañable paraje con todos los gastos pagados. Entre ellos han estado los españoles Estudio Ensamble.
Su obra, que podéis ver arriba, está construida con placas de roble de árboles de la región creando una parada que parece un refugio de madera.
Sou Fujimoto, arquitecto japonés, creó una arada que a base de barras de acero a través de las cuales sube una escalera: ha buscado crear un lugar a través del cual disfrutar del paisaje y dar un toque único al entorno.
Los chinos Wang Shu y Lu Wenyu optaron por crear un refugio de madera con las cuales se ve el paisaje de una manera estilizada. Utilizando una “camera obscura” como base, se busca dirigir la mirada hacia las montañas del paisaje mientras es iluminada por la luz del sol.
La parada de bus de Smiljan Radic busca transmitir familiaridad, con una habitación transparente y dos sillas para aguardar la llegada del vehículo: un entorno doméstico en plena naturaleza.
Las montañas influyeron al belga Vylder Vinck Taillieu, que ha creado una parada angular al más puro estilo alpino.
La más deportiva es la parada de los arquitectos Rintala Eggertsson: al estar situada justo al lado de una pista de tenis, hace una doble función de parada y grada para mirar el partido, si el espectador lo desea.
Y por último, tenemos toda una torre madera que hace las veces de mirador y parada del autobús, con una parte superior para apreciar el bonito entorno y tres entradas con cristales para aislar la zona, obra de Alexander Brodsky.
Desde luego, esperar el bus y contemplar estas paradas durante el trayecto hace que viajar en autocar por esa zona montañosa sea una experiencia ciertamente única