Os lo hemos demostrado muchas veces: viajar en autocar no es sólo una manera de transporte. Es parte de nuestra cultura. Forma parte de nuestro día a día y hay gente que estudia, que vive en ellos, que trabaja para mejorarlos y modernizarlos. Y algunos protagonizan momentos inolvidables en ellos.
- Pedir la mano a tu mujer
Ha pasado en más de una ocasión: la última, en Palma de Mallorca, el 4 de Agosto. Un turista de los EEUU, Dani Rotstein, se propuso a su futura mujer, Carla en un autobús turístico de dos pisos. Entonando la canción ‘Marry You’, de Bruno Mars y acompañado por el resto de pasajeros, el joven le pidió matrimonio mientras recorrían la ciudad. Una cosa es contratar un autobús para tu boda… ¡y otra muy diferente hacer esto!
- Celebrar un mundial
Son los autobuses más famosos de España: aquellos en los que clubes y selecciones pasean los triunfos deportivos. Ya sean Champions, Eurocopas o mundiales, el autobús es el medio elegido para poder pasear por la ciudad y celebrar el triunfo con los hinchas. Eso sí: hay que tener cuidado con los trofeos, que pesan más de lo que parece. Que se lo digan a Sergio Ramos.
Viajar en autobus puede ser de lo más interesante si tienes imaginación.
- Encontrarte con un famoso
Las celebridades también pueden elegir viajar en autocar, en especial, cuando desean dar una sorpresa al pasaje y observar su reacción. Actores como Sylvester Stallone o Aaron Paul han sorprendido a los pasajeros que pasan por delante de sus autobuses en Hollywood.
- Grabar un videoclip.
Son muchos los vídeos en los que aparecen los músicos al viajar en autocar, autobuses o similares: es ya habitual que enseñen el vehículo en el que hacen la gira… pero Fergie, la famosa cantante de los Black Eye Peas, grabó un video musical para su tema ‘La La Music’ en un colorido bus ideal para hacer grandes fiestas.
- Celebrar tu cumpleaños
Siempre es una opción alquilar un autocar para celebrar un cumpleaños, boda o despedida de soltero. En algunos casos, la fiesta comienza en el propio bus. Es lo que le sucedió a un conductor de autobús de Dinamarca al que le tocaba trabajar el día de su cumpleaños. Sus compañeros de empresa decidieron celebrar una fiesta sorpresa: varios de ellos se pusieron a cantar en el propio bus, a los que se unieron los pasajeros… y luego descubrió que habían cortado la calle con pancartas para desearle el mejor de los aniversarios.